ATRAPADO EN EL LABERINTO.

En una ciudad como la tuya vivían un par de gemelos, Gónzalo y Laura. Eran aproximadamente de tu misma edad, y como tú, traviesos y muy juguetones, sobre todo Laura, que disfrutaba de cada juguete, y más de un oso te que era su preferid. Por otro lado, tenía muchos cuentos, con los que se iba a pasear por el bosque con Blanca Nieves o a patinar sobre el hielo acompañado del simpático Banby.

Por el contrario Gónzalo solo pensaba en su gran juguete, un ordenador que les habían regalado por Navidad.

 

El ordenador había sido un regalo que tenía que compartir con su hermana, pero a Laura no la interesaba en

absoluto, por lo que directamente Gónzalo era el amo y señor de aquel aparato , su hermana prefería a su oso y las aventuras de sus cuentos a aquellos bichos que siempre tenían mucha prisa por matarse entre ellos.

 

Se aproximaba el mes de Abril y con él las vacaciones de primavera, nuestros amiguitos estaban locos de contentos,

Gónzalo podría conquistar reinos maravillosos, matar marcianos y vencer al gran trol con los programas de su cacharro.

Laura se iría de paseos con Ricitos de Oro, incluso conocería al Príncipe encantado de la Bella Durmiente, o quizás hablaría con el conejo blanco, para salvar a Alicia de la Reina de Corazones.

El último día de clase recibieron una grata noticia.

 

-Niños - Dijo su madre - El abuelo vendrá a pasar unos días con nosotros.

 

- ¡Bien! - Gritaron a la vez -

 

La llegada del abuelo siempre era un fiesta, pues les contaba hermosas historias y siempre les traía algún regalo.

 

Aquella mañana en clase no hicieron gran cosa, pues los profesores, habían organizado una pequeña fiesta para los más pequeños.

 

Los niños estaban impacientes por llegar a casa, el abuelo ya estaría esperándolos.

 

Gónzalo, no podía dejar de pensar que quizás su abuelo le hubiera traído como regalo el último juego tridimensional Sir Hora, o La Conquista Del Tiempo.

 

Laura sin embargo, pensaba en lo bien que lo iba a pasar escuchando sus cuentos favoritos en boca de aquel vejete tan simpático que era su abuelo.

 

!Por fin sonó la campana¡Todos se despidieron alegremente.

Al salir de la escuela, vieron con entusiasmo que no era mamá quien les estaba esperando ,si no Julián.

Los dos corrieron a colgarse del cuellos del anciano que les esperaba con los brazos abiertos. El abuelo estaba como siempre, con aquella barba blanca que les hacia parecerse a Santa Claus.

 

Le abrazaron hasta casi tirarle al suelo.

 

- Abuelito - gritó Gónzalo -

- Que guapo estas - remató Laura.

 

La niña sentía cierta predilección por aquel anciano

- Hijos, cuanto habéis crecido -

 

Los ojos del anciano brillaban emocionados, no tenía muchas oportunidades de visitar a su hija, pero cuando lo hacia se sentía el hombre más afortunado de la tierra y viendo a sus nietos no podía sentirse más orgulloso.

 

- Mis niños, dejarme que os vea bien.

- Vamos a casa - Dijo impaciente Gónzalo -

- Si vamos por el parque, el camino es más largo y pasearemos un ratito, ¿verdad abuelo?- contestó Laura -

- No. vamos derechos a casa - protesto Gónzalo -

- No tengáis prisa, iremos por el parque pero sin entre-

tenernos, vuestra madre nos espera y si tardamos pensará

que nos ha pasado alguna desgracia.

 

Los tres caminaban por el parque, los niños no paraban de hacer preguntas y el abuelo contestaba sintiendo que el calor de los pequeños le rejuvenecía cada vez que estaba con ellos.

Cuando llegaron a casa mamá les había preparado una merienda especial.

 

Niños subid a vuestra habitación y lavaros las manos antes de merendar.

 

Ambos obedecieron y al entrar en la habitación, hallaron sobre sus camas dos cajas envueltas en un maravilloso papel dorado. Soltaron las mochilas y se lanzaron a por los paquetes. Al abrirlos, aparecieron dos hermosos libros repletos de cuentos fabulosamente ilustrados.

 

- !Bah ¡ solo es un cuento.

- No digas esos, es un regalo estupendo, verás como te gusta.

- Yo quería un video-juego, y no un montón de hojas con

estúpidas historias .

 

- Gónzalo, el abuelo se pondrá muy triste, además este libro es mucho más divertido que esos juegos de marcianos que tanto te apasionan.

- No es cierto eres una niña muy antigua. Tienes miedo a entrar en el mundo de los juegos, y te escondes detrás de sus princesas y duendes.

- Estas enfadado y por eso dices esas tonterías, pero

no tienes razón . No les digas nada al abuelo, y cambia

de cara, parece que le hayas pegado un tiro a Banby.

- ¿Quien es Banby?

- Déjalo Gónzalo, pero prométeme que el abuelo no sabrá que no te ha gustado su regalo.

- No te preocupes, no se enterará.

 

Los niños bajaron, Laura con el libro entre las

manos y loca de contenta, sin embargo su hermano no dijo nada a su abuelo ,pero su libro quedó sobre la cama.

 

-Gracias abuelito- dijo la niñas besando repetidamente a

Julián.

 

El niño no podía disimular su desencanto, y aunque nada dijo el anciano le notó triste.

 

-¿No te ha gustado mi regalo?

- Si abuelo, es muy bonito - dijo mientras miraba a su madre con el rabillo del ojo -

- Bueno chavales vamos a merendar - intentó cambiar de tema esta adivinando el pensamiento de su hijo.

- Si vamos, después nos leerá una de estas historias

¿verdad abuelito?.

- Claro hija.

 

Julián, sabia que a Gónzalo le pasaba algo , ya que durante la merienda no pronunció una sola palabra . Cuando acabaron de merendar, Laura insistió en que Julián les leyera un cuento, o mejor aún dos o tres .A lo que el anciano no opuso resistencia.

 

- Gónzalo, vamos al jardín, el abuelo nos va a leer un montón de cuentos.

- No, no puedo, tengo muchas cosas que hacer - dijo-

Julián quedo algo sorprendido, pero Laura le animó

 

-No le hagas caso, esta tonto con su ordenador, no piensa en otra cosa, ya se le parará, anda vamos al jardín, estoy impaciente por oír esas maravillosas historias que debe esconder el libro.

 

En la habitación a solas con su fiel amigo, Gónzalo desató todo su enfado.

 

- Vaya con el abuelo, un libro de cuentos, como si fuera un bebe - y diciendo esto. Ocultó el libro para no tropezarse con él.

Mecánicamente cargó el último juego que le habían regalado."MUNDO EGIPCIO" .El pensaba cargar algo más moderno.

Pero a su abuelo solo se le había ocurrido regalarle un estúpido libro de cuentos.

 

Todo esto pensaba mientras sin darse cuenta iba atravesando estrechos laberintos y recogiendo maravillosos

Trofeos.

 

- Julián está muy viejo, los cuentos no sirven para nada

además, mi hermana es una cursi que no tiene ni idea.

 

Ya estaba delante de la Gran Esfinge, que como siempre, abriría sus garras si lograba salvarse de las bolas incandescentes que le arrojaban mil invisibles siervos. Como

tantas otras veces lo consiguió , pero cual no sería su sorpresa , al fijarse , la pantalla había cambiado, pero no de la manera habitual , no estaba en la antecámara del tesoro con el marcador a tope de puntos.

 

Su explorador estaba atrapado en una mazmorra ante un anciano sacerdote que le observaba severo.

 

Gónzalo se acercó a la pantalla para observar más cerca lo que estaba viendo. Al rozar su flequillo con la pantalla, sintió una descarga y una intensa luz procedente del monitor le cegó ,notando que algo le atrapaba la nuca , cuando abrió los ojos intentando deshacerse de aquella mano invisible, comprobó aterrado que era él, quien estaba ante aquel enigmático anciano.

 

- Hace tiempo que te esperaba Hamen-Kopek.

 

Aquel sacerdote tenía un cierto parecido con su abuelo Julián.

 

- Solo tú podrás resolver los enigmas, al igual que has

vencido a los siervos de la esfinge.

-¿Donde estoy? ¿Quien eres? mi nombre es Gónzalo -contestó

nuestro amigo muy aturdido.

El anciano no parecía escucharle, y seguía con su platica.

 

- Pequeño Hamen, deberás responder a tres preguntas para

volver a tu palacio.

- Estoy soñando, no puede ser, solo se trata de un

juego de ordenador, nunca había pasado nada parecido

pensaba nuestro amigo mirando de un lado para otro de la

cámara, de pronto vio aterrorizado, que a través de una

de las paredes,se observaba un gigantesco teclado y algo

que muy bien podría ser su habitación

 

El anciano seguía impasible, sin prestar la menor

Atención al niño, que estaba visiblemente asustado.

-Los enigmas son:

 

* ¿QUE PERSONAJE CONTESTA A ALICIA, TENGO MUCHA PRISA?

* ¿QUIEN DEVUELVE EL VALOR AL LEÓN COBARDE?

* ¿QUE HACE EL HADA NUMERO DOCE EN LA BELLA DURMIENTE?

 

Tendrás hasta que la luna desaparezca para resolver estos enigmas, si no lo haces, quedaras atrapado en este laberinto para el resto de tu vida.

 

Diciendo esto el anciano desapareció. Gónzalo quedó solo en aquella cámara .totalmente desamparado. Nunca saldría de allí, pues no tenía la más remota idea de como contestar a esas tres cuestiones que habían quedado escritas sobre la piedra. Seguro que su hermana habría resuelto los enigmas en un pis-Pas.

 

Pensando esto se apoyó en la pared y sin saber como, apareció en otra cámara totalmente diferente si antes las paredes eran de piedra ahora estaban forradas de aluminio y a lo largo del techos miles de luces aparecían para desaparecer tan solo un segundo después, al fondo de aquella sala tan especial, observó algo parecido a un huevo metálico que giró rápidamente.

 

-¿Que haces aquí?, pareces del mundo egipcio, no eres de este sistema. ¿Como te llamas?

- Gónzalo- contestó nuestro amiguito muy asustado.

- Yo soy el supervisor del sistema, y tú no puedes ser más que un virus, tendré que cancelarte.

Gónzalo abrió los ojos aterrado.

 

-¡No puedes hacer eso¡ no soy un virus, estoy aquí por accidente.

- Lo siento, solo soy un supervisor y la palabra accidente no se encuentra en mis archivos.

- Espera, te explicaré lo ocurrido. ¡Por favor no me canceles!.

 

Diciendo esto, el niño relató la historia, de la manera más completa posible, y cuando acabó el supervisor inclinado uno de sus soportes dijo.

- Repíteme eso de los tres enigma. ,¿Como es posible que un humano de tu edad no sepa solucionar dichas preguntas?

- Ayúdame, no voy a destruir tu sistema, lo prometo.

-Yo no puedo hacerlo, no se nada de cuentos, solo soy parte de tu máquina, pero quizás haya alguien que pueda solucionar tu problema. Puede que alguien del sistema de la biblioteca de la ciudad pueda suministrarte dicha información, el supervisor de ese ordenador es muy buen amigo mío, y me debe algunos favores, tendré que ordenar a mi controlador de comunicaciones que te lleve hasta allí ,¿estas dispuesto a hacer este viaje?.

- Si, por supuesto, si no lo hago tendré que quedarme aquí para siempre.

- No pequeño, rectifica, si no lo haces tendré que cancelarte, y recuerda, tendrás que regresar antes de que el sacerdote del mundo egipcio vuelva a activarse ,si lo hace y no estas presente ,podría producirse un bloqueo total del sistema incluyéndome a mi , y si es así ,quedarás aislado para siempre en el ordenador de la biblioteca.

Diciendo esto, se giró y comenzó de una manera precisa, un movimiento frenético, hasta que por uno de los conductos apareció un personaje peculiar.

 

Era algo parecido a una bombilla triangular, rodeada por mil satélites luminosos que aparecían y desaparecían cambiando de color continuamente.

 

-¿ Me llamabas supervisor?.

- Necesito que transportes a este humano hasta el centro de control de la biblioteca.

- Imposible. No tengo tiempo .Estoy muy ocupado, además llegaré tarde a la fiesta de jubilación del CHIP 538.

- No discutas, si no lo haces quizás no haya fiesta, y nos quedemos bloqueados para siempre.

 

Gónzalo no comprendía nada, miraba atónito al personaje luminosos, asombrándose de la rapidez con que modificaba los satélites que parecía tener suspendidos a su alrededor.

 

- Prepárate, voy a activarte para que realices el transporte sin causar daño alguno en ninguno de los dos sistemas.

 

El supervisor comenzó a mover palancas, mientras el transportador no dejaba de gruñir.

 

- No lo comprendo, llegaré tarde, los chip se burlaran.

¿Porque a última hora el jefe se tiene que acordar precisamente de mi? Total solo es un humano, que lo cancele y listo, para lo que sirven, siempre molestando cargando y descargando programas..........

 

Gónzalo no se sentía muy seguro con aquel cacharro como compañero, ya que parecía no tener cara de muchos amigos, a decir verdad ni siquiera tenía cara. Después de todo, solo era un controlador, una parte de su programa. ¿Pero, y él que era él en aquel sistema?.

El supervisor ordenó al fin.

 

-! Métete dentro del capilar azul!

- !Como! solo es un punto.

- Repito , introdúcete dentro y recuerda. Solo tienes de plazo hasta la luna nueva.

A Gónzalo le parecía imposible, de pronto el triángulo se abrió y apareció algo semejante a una bolsa azul.

 

- Métete dentro ¡ YA!

 

El niño saltó y se vio rodeado por una membrana azulada a través de la cual podía ver mil circuitos multicolores, que pasaban a velocidades tremendas, no se oía nada en absoluto, la membrana, le aislaba de aquel ajetreo multiforme. Ahora se introducía en un tubo de color rojo brillante que teñía la pared que lo rodeaba y por fin una luz blanca le cegó; la membrana se abrió y se encontró de nuevo frente a un controlador nervioso, que le repetía.

 

- Llegaré tarde, y me gusta ser puntual, ¡date prisa!

Habían llegado a una habitación que tenía cierto parecido con la que habían dejado atrás.

 

- Recuerda -seguía diciendo aquel triángulo con voz chillona - llegaré tarde. Todo quedará bloqueado y tú tendrás que ser cancelado. ¡Date prisa!

- ¿Pero que tengo que hacer? .El supervisor dijo que en la biblioteca me ayudarían. ¿Donde me has traído?.

- Espera ya llega la orden.

 

Uno de los mil puntos de color salió disparado atravesando una de las paredes, y en ese mismo instante apareció un cubo metálico de color blanco luminoso. En una de sus seis caras tenía algo parecido a unos anteojos redondos, como los que usaba la profe de lengua, y mirándole más detenidamente, Gónzalo observó que en medio llevaba una pajarita roja.

 

- Hola Gónzalo - Dijo con voz metálica-

- ¿Como sabes mi nombre?

- Mi amigo el supervisor 883 , me lo ha comunicado , soy el supervisor Xa-Xz de la biblioteca , pero no podemos perder tiempo con explicaciones , ya que no disponemos de mucho. El viaje ha consumido la mayor parte del que teníamos disponible. Repíteme las cuestiones.

 

Gónzalo obedeció.

 

*¿QUE PERSONAJE CONTESTA A ALICIA QUE TIENE MUCHA PRISA?

*¿QUIEN DEVUELVE EL VALOR AL LEÓN COBARDE?

*¿QUE HACE EL HADA NÚMERO DOCE EN LA BELLA DURMIENTE?

 

-Me resulta casi imposible que un humano de tu edad desconozca las respuestas a esos enigmas muchos pequeños vip , darían parte de su memoria por tener acceso a los cuentos infantiles que tú puedes tener fácilmente.

Después de decir esto, el bibliotecario giro aquello que parecía una consola aérea y comenzaron a circular un número indefinible de chispas de diferente color .Una gran agitación se apoderó de aquella sala, en cuyas paredes aparecían y desaparecían círculos, triángulos, cubos, rombos....En algo semejante a una autopista vista desde la ventana del ático.

 

A nuestro amiguito todo aquello le parecía un espectáculo maravilloso, pero ¿donde estaba?.Su hermana seguro que hubiera acertado los enigmas en un pis-Pas .Quizás tenga razón, paso demasiado tiempo tecleando y curioseando en mi PC -Pensaba -

 

El suelo de la habitación se había abierto, y del mismo centro surgieron tres esferas de diferente color.

 

El controlador miró a Gónzalo y le dijo.

 

- Gónzalo, ya sabes el sistema, consigue la puntuación necesaria y los trofeos serán tuyos.

- Pero, no lo conseguiré, me has dicho que no tenemos tiempo.

- Juega como lo haces la mayor parte de tu tiempo y lo lograras. Toma, aquí tienes el mando ¡Cógelo!.

 

Delante del niño apareció una pantalla .El juego consistía en esquivar los puntos luminosos y llegar al finas de una recta donde esperaban las tres esferas.

 

-Casi no te queda tiempo - le empujó el bibliotecario-

- Vamos llegaré tarde y aún tenemos que transportarnos a nuestro sistema.

 

Gónzalo estaba a punto de llorar, todo eran problemas, nunca podría salir de aquella pesadilla, en ese momento, se acordó de su abuelo y lo bien que se lo podría pasar escuchándole y comenzó a jugar.

 

Nuestro amigo tenía mucha práctica en ese tipo de juegos, por lo tanto sin apenas esfuerzo, tenía en su poder los trofeos.

 

- Lo he logrado, ya podemos irnos a casa - gritó lleno de alegría - ¡Vamos devuélveme a mi sistema!.

- De acuerdo, pero hay un problema, mira a tu transportador, creo que no le queda mucho tiempo.

 

En un rincón de la sala estaba aquello que parecía una bombilla triangular, apoyado en la pared, había perdido casi su brillo y apenas le quedaban satélites a su alrededor .Gónzalo corrió hacia ella sin soltar las tres esferas.

 

- ¡Vamos! ¿No tenías tanta prisa?.Por favor, ¿Que te pasa?,no vayas a apagarte ahora , mira, aquí están las soluciones ,podremos regresar a casa y tú no llegarás tarde . Vamos levanta, abre la puerta para que puedas transportarme.

Nada, ni una palabra, definitivamente, parece que en este juego, no he conseguido los puntos suficientes.

 

- Llegaremos muy tarde - decía sin apenas voz.

-¡No es posible! yo conseguiré tiempo para que no desaparezcas.

Gónzalo se dirigió al bibliotecario.

 

- ¿Como puedo lograr tiempo?

- Solo hay una forma, pero es muy difícil.

- Lo conseguiré, solo dime que tengo que hacer.

- Tendrás que competir con el reloj de tu máquina, aunque te advierto que es un gran campeón.

- Lo conseguiré no tengo miedo.

- De acuerdo, pero no olvides que esta será tu única oportunidad. Tienes que detener el tiempo y llegar antes de que el anciano dé la orden de cancelación.

 

Otra vez una gran agitación se apoderó de la sala, hasta que por fin en una de sus paredes se abrió una puerta.

 

- Dentro esta tu rival.

 

Gónzalo se dirigió donde estaba aquel supervisor, y entregándoles las tres esferas le dijo,

 

- Guarda esto, son nuestros billetes de regreso, pronto te entregaré el tiempo que te hace falta para recobrar toda tu actividad.

 

Cuando atravesó aquella puerta, ante los ojos de nuestro amigo apareció el campo de batalla de un torneo Medieval. En un extremo sobre un dragón negro estaba aquel reloj, armado con un gran escudo lleno de manillas y una lanza amarilla que mostraba con aire muy seguro.

 

El público lo formaban cientos de extraños seres protagonistas de aquel juego que tanto deseaba. Un trol blanco con su rana multicolor , el caballero de la red dorada , la malvada reina del fuego , el caballero de nunca jamás acompañado por su inseparable amigo , el caballero del gran Rayo azul , y en el palco principal la Princesa Alada.

 

- Vamos príncipe, el torneo esta a punto de comenzar.

 

Gónzalo bajó la cabeza y vio que un pequeño Ewoks tiraba de su túnica.

 

- Insisto amo, no perdamos tiempo, venid, os ayudaré a subir en vuestra montura.

- ¿Pero quien eres?

- Amo, no nos entretengamos, venid conmigo.

 

A su derecha le esperaba una gran tortuga capaz de soportar el peso de dos niños de su edad.

- Esta bien ¿Que tengo que hacer?

- ¡Como! ¿No lo sabéis? Sir Hora es el mejor caballero del reino, al que habéis retado y me decís que no sabéis que es lo que hay que hacer, ¡Estáis loco!.

- No, no creo estar loco, pero nunca antes había manejado este programa.

- ¿Como programa? , habéis consumido demasiada leche carbonatada Sir Hamen - Rió el Ewoks, mientras ayudaba a nuestro amiguito a subir en su montura.

- Esta bien tendré que improvisar.

 

El pequeño ayudante entregó un escudo a Gónzalo que estaba decorado con algo parecido a una bombilla triangular y tres esferas de diferente color, y a través de una ventana se veía como un anciano se dirigía hacia una consola.

 

-¡No! - Gritó Gónzalo - ¡Venceré! Cogió su lanza y el torneo comenzó inmediatamente.

 

En la primera pasada ninguno de los combatientes llegó a rozarse, pero en una nueva carrera Gónzalo sintió un impacto y dio con sus huesos en el suelo.

 

El pequeño Ewoks, corrió para ofrecerle una espada y ayudarle a incorporarse.

 

- Animo amo, si ahora os vence no tendréis salida.

 

Sir Hora desmontó de su soberbio dragón y tomó su espada .La lucha fue muy fiera, pero nuestro amiguito, no tenía mucha práctica, esquivaba todos los golpes, y se movía más ágil, pero estaba claro que no tenía ninguna oportunidad, si no se le ocurría algo no podría vencer. Observando al caballero, se dio cuenta que en la espalda tenía algo parecido a un péndulo, igual al del que tenía el viejo reloj de pared del abuelo Julián, Gónzalo recordó que quitándolo se paraba y quedaba mudo. ¡Claro! Sir Hora funcionaba con cuerda. Ya esta solo debo apoderarme de ese péndulo.

 

Su hermana y él hacían de rabiar al abuelo, porque se enfadaba mucho cuando dejaba de oír el tic-tac de su viejo reloj de pared.

 

Saltó hacia un lado del caballero y sin dar tiempo a Sir Hora se apoderó de aquel péndulo, todo quedó en silencio y poco a poco se fue desvaneciendo cada uno de los personajes.

 

-¡Bibliotecario! -Gritó Gónzalo - ¡Ya lo tengo!

- Esta bien, no hace falta que grites, estoy justo detrás de la puerta.

Cuando la atravesó vio a su transportador que gruñía.

- Llegaré tarde a la fiesta, ¡Vamos date prisa!

Su voz volvía s ser tan chillona como antes, aunque no resultaba tan desagradable, y mil satélites volaban a su alrededor.

 

- Toma Gónzalo cuando llegues dile a mi amigo que me reenvíe esta pieza. Si no lo hace, el sistema quedará bloqueado para siempre.

- No te preocupes, no permitiré que eso ocurra, por favor devuélveme a casa.

 

- No te olvides, debes enviarme el péndulo, antes de contestar al Sacerdote, o las tres esferas se desvanecerán y con ellas la solución de tus enigmas.

 

- ¡De acuerdo!

 

Gónzalo entró de nuevo en aquel transportador y comenzó el viaje de regreso.

 

Esta vez todo pasaba lentamente, y pudo contemplar con más detalle todo aquello que le rodeaba, observaba miles de ordenes, contraórdenes, mandatos, Intros que cortejaban a Moves, Writes que jugaban con If etc., etc. .....

 

En algo que le pareció una estación observó a una familia entera de Goto que recibía a sus primos Computes procedentes de otro sistema. Quizás iban a pasar las vacaciones de primavera juntos.

 

Al fin vio a lo lejos a aquel huevo metálico que le era tan familiar, y la membrana se acerco lentamente y se abrió para que Gónzalo pudiera salir.

 

- No lo has conseguido, has llegado demasiado tarde, no te queda tiempo, tendré que cancelarte o desapareceremos todos.

 

- ¡ No ! espera, he detenido el tiempo , aquí esta el péndulo del reloj - Tu amigo el bibliotecario es un Mago , me dio la oportunidad de perder el miedo y conseguirlo ,debes devolver este péndulo , antes de mandarme al Mundo Egipcio , si no lo haces , tu amigo quedará bloqueado para siempre.

 

-No puedo, si lo hago el sacerdote nos cancelará a nosotros.- Contesto el supervisor -

 

- Espero si entro compartiendo la orden, el péndulo llegará a su destino en la misma fracción de segundo que yo al mundo egipcio y lo lograremos.

 

- Eso es muy complicado para un niño de tu edad, tengo que proteger mi sistema a toda costa, hacer lo que dices es inviable.

 

- Tendrás que hacerlo, de lo contrario cuando vuelva a mi mundo no volveré a encender el ordenador y te morirás de aburrimiento.- Dijo Gónzalo -

 

- Creo que estas olvidando, que si no lo hago nunca saldrás de este circuito, no obstante me has tratado bien durante todo este tiempo, creo que lo haré.

 

De nuevo el supervisor comenzó a manipular y gestionar, para después entregar la orden a su controlador, que seguía gruñendo.

 

-¡ Ahora si que no voy a llegar a la dichosa fiesta!.

 

Gónzalo se posicionó en un punto de la sala y se dispuso a ser trasladado de nuevo al mundo egipcio, no podemos fallar - pensaba- Miró a aquel huevo metálico y le dijo.

 

- Adiós, si lo logro nunca olvidaré lo que has hecho para ayudarme.

 

- Solo he cumplido con las normas que me han creado,

- Contestó, sin dejar de manipular - Prepárate, ya esta entrando el Imput que te corresponde ¡Suerte!

 

En ese momento, una luz cegadora sacudió al niño y al abrir los ojos comprobó que estaba tendido sobre la alfombra en su habitación.

 

- Todo ha sido un sueño, - pensó - mirando la pantalla, comprobó que la esfinge había abierto sus garras con el marcador a tope de puntos.

- Que tontería solo podía ser un sueño.

 

Pero al apagar su máquina, en la pantalla aparecieron tres líneas que decían:

 

EL CONEJO BLANCO

EL MAGO DE OZ

DETENER EL TIEMPO

 

- ¡No es posible!, todo ha ocurrido, es cierto.

Muy asombrado volvió a pulsar la tecla de fin y decidió bajar a escuchar esas maravillosas historias que contaba su abuelo.

Desde ese día nuestro amiguito empezó a dedicarle más tiempo a la lectura, aunque sin olvidar su juguete predilecto. ¡Ah! , por cierto. Julián antes de irse le hizo un nuevo regalo a su nieto, envuelto en un maravilloso papel dorado se encontró sobre la cama el último juego Sir Hora o la conquista del Tiempo.